Café de Comercio Justo (II): Un negocio muy inestable

De un modo parecido a lo que ocurre con el azúcar, la historia del café en los mercados mundiales siempre se ha caracterizado por la alta volatilidad de los precios. La situación llegó a su límite en octubre de 2001, cuando el precio del café era tan bajo como 30 años atrás. Esto tuvo consecuencias desastrosas para los pequeños agricultores, ya que, de la noche a la mañana se vino abajo todo el mercado mundial y solo recibían 45 céntimos por medio kilo de cosecha.

El motivo de la crisis fue, sobre todo, la sobreproducción en países como Vietnam, pero la calidad del café era pésima. En 2002 se produjo un 8% más de café del que se consumió y la consecuencia de esta crisis de excedentes fue una verdadera devastación económica para millones de personas de los países dependientes, que de forma literal tuvieron que pasar hambre.

Los agricultores que dependen de la demanda del café tienen que enfrentarse constantemente a las fluctuaciones de los precios. El problema es que se tarda cuatro años hasta que la planta da los primeros frutos, por lo que resulta muy difícil reaccionar de forma rápida a los cambios en el mercado.

alAl problema de la volatilidad de los precios hay que añadir además la gran concentración de poder de los agentes que operan en los países consumidores, los más desarrollados. Sobre todo en el sector de las importaciones, su papel es claramente dominante respecto al de los productores del sur y los campesinos se convierten en el eslabón más débil de la cadena, recibiendo la menor parte del valor final del producto.

Compartir